¿Conoces las flores de Bach?
Las Flores de Bach son esencias florales -totalmente naturales- que empleamos como terapia complementaria para cualquier tipo de desequilibrio emocional o físico que puede surgir en un momento determinado de nuestra vida.
Al ser natural e inocuo, puede administrarse junto a cualquier otro tratamiento o medicación de otra índole.
Las Flores de Bach trabajan con la energía vibracional, bajo la idea de que: Todo el universo es energía. Nosotros, como parte del universo, somos energía. Los átomos de los que estamos compuestos, nuestras células, todo vibra, en una frecuencia energética y en un delicado equilibrio.
¿De qué se trata la terapia con flores de Bach?
Se trata de un sistema de terapia sencillo, eficaz y completo; dirigido, de forma específica, a la personalidad, estados anímicos y emocionales. Es un tratamiento encuadrado en las medicinas homeopáticas según el cual: los aspectos de la naturaleza de la persona son de vital importancia, ya que la raíz de la enfermedad está en el desequilibrio emocional y anímico del ser.
Las flores de Bach trabajan el desequilibrio a nivel energético que se produce por un exceso o defecto de energía (entendiendo el desequilibrio como enfermedad o malestar emocional, psíquico, fisiológico etc.).

Las flores de Bach complementan la energía que nos sobra o nos falta, equilibrándonos de forma natural.
¿Por qué las flores de Bach?
Las flores nos conectan con nosotros mismos; con nuestro ser interno, del que a menudo vivimos desconectados. Nos conectan con todo el universo del que formamos parte y que existe dentro de nosotros (¨como es adentro es afuera¨), armonizando nuestra conexión con nuestro más profundo ser interno, que es nuestra más sabia guía, ya que las respuestas a nuestros problemas existen y residen dentro de nosotros.
Como seres humanos, poseemos una amplia y compleja gama de emociones y sentimientos; y, desarrollamos, una forma de pensar y ver el mundo con relación a nuestras experiencias vitales. Estos sentimientos, emociones, formas de pensar y formas de ver el mundo, pueden verse afectados por infinidad de factores internos y externos…
… Existen acontecimientos en nuestras vidas que nos desequilibran, a veces somos conscientes de ellos y otras no, pero -en ambos casos- pueden generarnos un malestar físico, emocional, o ambos. En estos casos, la terapia floral nos ayuda y sirve de gran apoyo para liberarnos de toda emoción, sentimiento, forma de pensar (que tal vez desarrollamos, aprendimos, o usamos como mecanismo de defensa, ante un hecho que nos causó dolor o que nos hirió profundamente y que ya no nos sirve).

¿Para qué sirven las flores de Bach?
Las flores de Bach sirven de gran apoyo en el proceso de autoconocimiento, aceptación, amor propio y liberación. Constituyen un sistema de terapia en el que la persona, en un proceso de autocompromiso y de escucharse a sí misma, se implica en su propio proceso curativo.
Nos ayudan a expandir nuestra conciencia, haciéndonos vibrar en una energía sanadora. Las esencias florales llevan la vibración de cada flor, cada una de ellas con una resonancia única, que potencia y equilibra en armonía nuestra propia vibración.
A veces vivimos momentos en los que atravesamos muchas emociones difíciles de comprender y procesar. Con la terapia floral proponemos llegar al origen de los desequilibrios y, de este modo, restaurar nuestro campo vibracional.
Terapia con flores de Bach
A través del uso de las flores y esencias, restaura tu equilibrio emocional en relación al dolor, el miedo, la angustia y otras emociones complejas de transitar.
Es una de las terapias naturales alternativas más populares y eficaces.
En total: son una serie de 38 esencias florales utilizadas para tratar diferentes situaciones emocionales. Fueron descubiertas por el Médico y Homeópata Edward Bach en la década de 1930. Es una terapia muy eficaz porque van capa por capa llegando hasta la raíz de la emoción. Trabajan un amplio repertorio de síntomas.
Somatización “o cuando la enfermedad toma el cuerpo”.
En términos de la medicina y psicología, la somatización es un proceso por el cual las personas experimentan y expresan malestar emocional utilizando síntomas físicos.
Así, a comienzos del siglo XX, surgió en la medicina la idea de que las enfermedades eran una respuesta del organismo a estados emocionales. A esta tendencia se le llamó medicina psicosomática (relación de la mente y el cuerpo).
La palabra somatizar se refiere a la transformación inconsciente de una afección psíquica mental, emocional, emocional, en orgánica.

Las enfermedades son señales que indican un desequilibrio en el organismo que hay que corregir cambiando un hábito o actitud incorrecta. Estos hábitos o actitudes incorrectas pueden venir referidos al régimen de vida (alimentación, deficiente o no, adaptada para cada tipo de persona, stress, tabaquismo, consumo de alcohol, formas de pensar, modos de reaccionar ante los problemas de la vida, formas de ser y pensar que nos dañan y que debemos cambiar, etc.).
La mente (o la actividad del cerebro) es la primera línea que tiene el cuerpo para defenderse contra la enfermedad y para luchar a favor de la salud y el bienestar. Todo lo que pensamos y todo lo que creemos tiene efectos tan positivos como negativos sobre nuestra salud física.
¿Qué hace la medicina psicosomática?
La medicina psicosomática aborda la enfermedad entendiendo la relación entre la psique, el cerebro, y el órgano correspondiente, que siempre trabajan en sincronicidad.
Las enfermedades aparecen como respuestas biológicas generadas por el estado del cerebro inconsciente ante uno o varios impactos o conflictos emocionales -no expresados- y que han afectado intensamente a la persona.
Se basa en la teoría de que las enfermedades físicas tienen un origen emocional y que, si los conflictos emocionales subsisten por mucho tiempo, la enfermedad del cuerpo comienza a aparecer. Así, al restaurar el equilibrio emocional, comienza a resolverse la enfermedad a nivel físico.
La enfermedad es, en esencia, el resultado de un conflicto entre el alma y la mente, y nunca podrá ser erradicada sin un esfuerzo espiritual y mental.
– Edward Bach
La decodificación psicobiológica y la Programación Neurolingüística (PNL) son un sistema de ayuda terapéutica que se fundamenta en las proposiciones de la psicosomática clínica. Aclara preguntas como: ¿por qué enfermamos? ¿para qué he tenido esta enfermedad?… Y, así, encontrar las perturbaciones que nos afectan en nuestra salud, a través de nuestra historia familiar, nuestro proyecto de vida, nuestra vivencia gestacional; los conflictos emocionales y las vivencias tenidas a lo largo de nuestra vida; y cómo dar respuesta para saber qué hacer, cómo remover o tomar conciencia de esos programas y resentimientos emocionales que están somatizando y condicionando nuestra salud, para poder liberarnos, equilibrarnos y sanarnos.
La PNL brinda unas técnicas y herramientas muy efectivas para ayudar a superar el problema desde la raíz, entrenando la mente para cambiar, de manera rápida y sencilla, cualquier situación que esté afectando negativamente a la persona.